Gesto (pintura)

Pintura gestual suele emplearse como concepto equivalente al Dripping o Action painting; aunque cada una de estas expresiones puede tener usos diferenciados.

Puede entenderse como una comunicación no verbal, puesto que a través de la postura y el movimiento de la mano en la pincelada se realiza una expresión corporal y se envía un mensaje artístico, que depende de la actitud y personalidad del artista; y puede calificarse (lentitud o rapidez, serenidad o brusquedad, sumisión a los cánones académicos o libertad creativa, etc.) Ni siquiera el aparente azar de arrojar pintura o dejarla gotear (como hacía Jackson Pollock, que insistía en que su pintura no era "accidental") escapa de la voluntad del artista.

No es la figura pretendida o conseguida, sino el tipo de pincelada y su resultado inmediato en líneas, puntos o manchas de color, las que definen el gesto pictórico; por lo que la condición gestual no depende de que la pintura sea figurativa o abstracta, aunque obviamente sea en esta (particularmente en la no geométrica -informalismo, expresionismo abstracto, tachismo-) donde más interés tiene, al alejarse de otros significados.

[2]​ Es en el arte oriental, concretamente en la pintura china y la pintura japonesa, donde desde antes la importancia del gesto ha sido más decisiva, de forma paralela a la importancia que tiene el gesto en la caligrafía china y la caligrafía japonesa; como en el trazo de ideogramas y del ensō en el arte de inspiración zen que, sin ser puramente algo abstracto, no es solo conceptual, buscando la unión de mente, corazón y cuerpo del artista sobre la superficie pictórica a través del gesto de la mano que ase el pincel.

[3]​ No obstante, es innegable que el gesto también era un rasgo a tener en cuenta en la pintura occidental antes de la Edad Contemporánea.