La mancha es un elemento esencial de la pintura y otras artes visuales.
[1] Además de la definición de "mancha" como "estudio" recogida en el DRAE ("Estudio hecho sobre lienzo, o sobre tabla, con pincel y colores, para observar el efecto de las luces");[2] "mancha", como elemento del arte (como lo son básicamente el punto,[3] la línea o el plano[4]) es una forma que se plasma sobre el soporte pictórico para obtener las figuras[5] deseadas por el pintor.
Puede vincularse a una estructura lineal previa del dibujo, o realizarse de forma autónoma.
Es más gestual que la línea y por ello proporciona menos exactitud y requiere más dominio de la técnica para obtener sus efectos: crear claroscuro, volumen,[8] estructurar superficies o encajar la composición.
Aunque también así se puede trazar la direccionalidad de la línea o el golpe del punto, el resultado más probable es la mayor o menor extensión de la mancha.