En los años siguientes ejerció igual tarea en las delegaciones de Quito (Ecuador), La Habana (Cuba) y Montevideo (Uruguay).Entrevistó también a los presidentes de los países en los que trabajó, tanto militares como el general Alfredo Stroessner y el Comandante Fidel Castro, como elegidos por votación democrática, como el uruguayo Luis Alberto Lacalle y el ecuatoriano León Febres Cordero; además de a todo tipo de personalidades sociales y culturales residentes o de paso, del novelista argentino Ernesto Sabato y el poeta español Rafael Alberti al fotógrafo cubano Alberto Korda, o del pintor ecuatoriano Oswaldo Guayasamín a la parricida catalana conocida como Dulce Neus, que tras escapar de la cárcel en España cayó presa en Quito.En 1986 permaneció secuestrado con fines propagandísticos durante un día por guerrilleros de Alfaro Vive ¡Carajo!, el último movimiento armado que operó en Ecuador.A continuación, y a partir del material reunido para escribir el libro anterior, editó dos antologías de narraciones históricas y literarias: Por donde el viento nos lleve (Barcelona, 2002), que incluye 44 historias del mar escritas desde el siglo XV al XX por autores que van del Infante Don Juan Manuel al cineasta Manuel Mur Oti, pasando por clásicos como Miguel de Cervantes o Pedro Antonio de Alarcón.El libro incluye un extenso estudio sobre "Las crónicas de Portugal", asunto poco frecuentado en otras lenguas europeas con anterioridad.Como muestra antológica de ello presenta 33 cuentos de hechiceros, gigantes, hadas, dragones y doncellas así malignos como benignas, entre los que figuran algunos que se adelantaron casi dos siglos a los vampiros en la afición a chupar sangre.