Es destacado por su desarrollo de la partita coral y por su influencia sobre el joven Johann Sebastian Bach.
Ambas ciudades tuvieron cantores enseñados por los mismos miembros de la familia Bach, lo que pudo haber influido en Böhm.
[1] De 1700 a 1702, debió haber conocido y posiblemente tutelado al joven Johann Sebastian Bach, quien llegó a Luneburgo en 1700 y estudió en la Michaelisschule, una escuela asociada con la Iglesia de San Miguel (Michaeliskirche).
[3] Esta conexión debió haberse convertido en una estrecha amistad que se prolongó durante muchos años, pues en 1727, Bach nombró nada menos que a Böhm como su agente para el norte para la venta de sus partitas para teclado números 2 y 3.
Su hijo Jakob Christian, que había heredado su cargo, falleció joven.
Muchas de sus obras fueron diseñadas con la flexibilidad del instrumento en mente: una pieza en particular se podría interpretar en el órgano, clavecín o el clavicordio, dependiendo de la situación en la que el artista se encontrara.
La contribución más importante a la música nortealemana para teclado de Böhm es la partita coral, una composición de gran escala que consiste en variaciones sobre una melodía coral en particular.
Sus partitas generalmente tienen un carácter rústico y puede interpretarse con éxito en cualquier órgano o clavicémbalo.