Discurre hacia el sur y acaba desembocando en el río Segre que, a su vez, es afluente del Ebro.
Andorra cuenta con un clima mediterráneo de alta montaña en el que las temperaturas en invierno son frías y en verano, suaves.
Los valles tienen un clima que es similar al clima templado de los vecinos de Andorra, pero debido a su mayor altitud, los inviernos tienden a ser más severos, la humedad inferior y los veranos ligeramente más frescos.
La insolación álgida diaria media varía de 1150 W/m2 en junio a 280 W/m² en diciembre.
La parroquia más seca del país es San Julián de Loria (800 mm al año) en el sur, y la más lluviosa es Canillo (1100 mm al año) en el norte.
[2] Al atardecer es cuando hay más precipitaciones salvo en invierno que son, sobre todo, de nieve.
[4] Además, tiene dos espacios protegidos como reserva de caza, Enclar (2500 hectáreas) y Xixerella (750 ha).
En cuanto a los grupos étnicos el principal es el español 43%, al que siguen los andorranos 33%, portugueses 11%, franceses 7% y otros 6% (1998).
El idioma oficial es el catalán, aunque se hablan también castellano, francés y portugués.
Le siguen en población Les Escaldes, Encamp, San Julián de Loria y La Massana.
Son meramente administrativas sin autonomía propia; a su vez, tienen divisiones menores.
Son: Canillo, Encamp, Ordino, La Massana, Andorra la Vieja, San Julián de Loria y Las Escaldas-Engordany La actividad humana se centra en el valle transversal noreste-suroeste, que a partir del Puerto de Envalira (2.407 m) desciende hasta los 840 m, cuando el río Valira entra en España.
La agricultura emplea al 0,3% de la población activa, la industria el 20,8% y los servicios el 79% (2007).
El sector bancario, con su estatus parcial de paraíso fiscal, también contribuye sustancialmente a la economía.