Afluente

En hidrología, un afluente corresponde a un curso de agua, también llamado tributario,[1]​[2]​ que no desemboca en el mar, sino en otro río que suele ser más importante,[3]​ con el cual se une en un lugar llamado confluencia.

Existen, sin embargo, muchas excepciones: el río Misisipi, cuyo afluente (el río Misuri) es, aguas arriba de la confluencia, 600 km más largo y tiene una cuenca tres veces más extensa, por ejemplo.

Estas excepciones nos hacen ver que el nombre de los ríos es casi siempre, una cuestión de toponimia, en la que muchas veces no existe una lógica inequívoca sobre cual es el río principal y su afluente.

Otro método es organizar los afluentes desde la boca hacia la fuente, en forma de una estructura dendrítica.

En cambio, la mayoría de ríos que son afluentes de otro por la margen derecha del río principal forman un ángulo casi siempre recto y las escasas excepciones se deben a las características del relieve, que puede modificar este patrón.

Confluencia del río Werra con el Fulda : ambos forman el río Weser a partir de dicha confluencia.