En la historiografía suele ser mencionado como general Silveira o como conde de Amarante.
El general francés Junot, jefe de las fuerzas napoleónicas invasoras, había dado órdenes para desmovilizar a la mayor parte del ejército portugués y formar con las mejores unidades un cuerpo de tropas llamado Legión lusitana (o Legión portuguesa).
No le fue posible culminar dicho proyecto, yéndose entonces a Vila Real.
Ello le mereció el reconocimiento de la Junta, que lo promovió a coronel.
También en 1808, participó, bajo el mando del general Bernardino Freire, en la fuerza que se unió a las tropas británicas recién desembarcadas en Figueira da Foz.
Por entonces se había producido, desde Galicia, la segunda invasión francesa dirigida por el mariscal Soult.
Cuando las tropas francesas continuaron su avance hacia Braga dejando una pequeña guarnición en Chaves, Silveira regresó con sus tropas y cercó esta plaza, que acabó por rendirse poco tiempo después.
No tuvo éxito en este empeño pues finalmente esas tropas acabaron por unirse del lado de la Junta.