La gastronomía de Islandia es una cocina establecida en dos vertientes principales, por un lado la adoración por el pescado, por el otro por las carnes (especialmente cordero).
Independiente del ingrediente pescado o carne es muy general el empleo de conservación de los alimentos en secado (þurrkun) mediante salazón (söltun), el ahumado (reyking), el marinado y en algunas ocasiones fermentando (kæsing).
También se usa en algunos platos tradicionales como el svie (cabeza ahumada de cordero, denominada Svið og sviðasulta).
Se puede encontrar a menudo platos que incluyen remolacha y ruibarbo.
Entre los postres más populares se distinguen el pancake (Pönnukökur) que se toman durante todo el año y el Slöngukaka que es un pastel elaborado de crema de chocolate.