Ese mismo año interviene en la obra de la cárcel eclesiástica.
Gaspar de Arce es considerado un maestro de primera línea que se dedica fundamentalmente a trazar obras en las que luego dirige a maestros de su entorno para que las ejecuten.
Su prestigio y fama le posibilitan la contratación de numerosas obras, la mayor parte religiosas, aunque no faltan algunas intervenciones en obras civiles tanto públicas como privadas.
Durante años existe una cierta confusión entre su obra y la del primero, Gaspar de Arce "el viejo", al que acompaña durante toda su vida y con el cual se forma.
[5] Es probable que Gaspar de Arce "el mozo" entrase a trabajar en la catedral en 1578 y desde esa fecha hasta 1603 se formase en el taller de su tío.