La ciudad vieja o medina, situada junto al oasis, está cercada por un muro de piedra que la protege.
Un pequeño canal recoge el agua del oasis, que nace caliente a gran profundidad cerca de esta última mezquita y forma una galería con piezas individuales para la higiene y las abluciones.
Como es natural en este tipo de ciudades musulmanas, las mujeres tenían acceso a toda la vivienda, pero solo ellas podían acceder a terrazas y terrados, para evitar que sus vecinos varones pudieran observarlas.
Se cree que el oasis está poblado desde el 3000 a. C., pero las noticias son pocas hasta la ocupación por los romanos en el año 19 a. C. Plinio el Viejo cita en su Historia Natural un lago salado cerca de Cydamus, que nos da una pista sobre el nombre de la ciudad en aquellos tiempos, perteneciente a la inmensa provincia romana de la Garamantica (aproximadamente equivalente al Fezzan actual) , que se extendía hasta el macizo del Hoggar (actualmente en el reciente estado del Chad).
Se cree que habitó aquí la célebre reina bereber llamada Kahina quien organizó la defensa contra los árabes, que ocuparon el fuerte más tarde y le dejaron el nombre actual de Qalaat al-Ghoul o Rās al-Ghul, “castillo” o “montaña” del monstruo a que hace referencia el término árabe gul .
Actualmente solo quedan unas pocas ruinas sobre una roca solitaria, desde la que se domina la planicie entre las mesetas sudorientales y el mar de dunas del Gran Erg Occidental.
De aquella época apenas han quedado en la ciudad unas pocas ruinas y una inscripción romana.
Ghadames fue un importante puerto de caravanas durante los próximos ocho siglos; así en la Edad Media Gadamés se hizo célebre por sus curtidurías y marroquinerías caracterizándose por los ricos cueros labrados y pintados que por esto aún reciben el nombre de gadamesíes (guadameciles) .