Futuro de la Tierra

Llegados a este punto, la mayor parte de la vida en la Tierra, si no toda, ya se habrá extinguido.

Los microbios probablemente se verían beneficiados en cualquier caso, al verse incrementada la cantidad de nutrientes disponibles en el ambiente.

Los factores astronómicos principales son poseer una excentricidad orbital superior a lo normal, una escasa inclinación del eje (u oblicuidad de la eclíptica) y el alineamiento del solsticio de verano con el afelio.

De igual modo, la distancia a la Luna se vería incrementada en 1,5 radios terrestres durante ese mismo período.

Sin embargo, como el eje semimayor de la órbita lunar continúa incrementándose, este efecto estabilizador disminuirá en el futuro.

[22]​ Una oblicuidad tan acentuada daría lugar a una serie de cambios drásticos en el clima que podrían acabar con la habitabilidad en el planeta.

Cabe esperar que este movimiento continúe, con la consecuente recolocación y colisión de las placas.

[25]​ Actualmente América se está moviendo hacia el oeste desde África y Europa.

Los científicos han propuesto diversos escenarios acerca de cómo continuará este proceso en el futuro.

[26]​ Estos modelos geodinámicos pueden ser distinguidos por el flujo de subducción, a través del cual la corteza oceánica se hunde bajo las placas continentales.

El continente antártico revertirá su dirección, retornando al Polo Sur y volviendo a cubrirse de hielo.

En 1992 Hoffman predijo que los continentes de Norteamérica y Sudamérica continuarían su avance a lo largo del océano Pacífico, girando sobre Siberia hasta que comiencen a fusionarse con Asia.

[32]​[33]​ Más tarde, durante la década de 1990, el geólogo Roy Livermore calculó y predijo un escenario similar, donde la Antártida comenzaría a migrar hacia el norte mientras que el este de África (que se habría desgajado debido a la fractura de Rift) y Madagascar se moverían a lo largo del océano Índico para colisionar con el continente asiático.

Los supercontinentes pueden causar una caída de la temperatura global y un incremento del oxígeno atmosférico.

Estos cambios pueden generar un incremento en la velocidad de procesos como la evolución biológica cuando diferentes nichos quedan fundidos en uno.

[39]​ El planeta podría experimentar entonces una época cálida, como sucedió durante el período Cretácico.

De este modo, el hidrógeno restante sufre la fusión nuclear a una velocidad cada vez mayor, generando así la energía necesaria para mantener el equilibrio.

Esto marcará el final de la secuencia principal del Sol, momento desde el cual evolucionará hasta convertirse en una gigante roja.

En este punto los árboles y bosques actuales no serán capaces de sobrevivir.

[49]​ Cuando el nivel de CO2 disminuya a los niveles mínimos para que se pueda producir la fotosíntesis, se espera que la proporción de este gas en la atmósfera oscile, lo cual permitiría a la vegetación extenderse de nuevo mientras el nivel de CO2 aumentara debido a actividad tectónica o la vida animal; sin embargo, en último término todas las plantas acabarán por desaparecer al haber un nivel insuficiente de CO2 en la atmósfera para permitir la fotosíntesis, lo cual también llevaría a la desaparición del oxígeno en la atmósfera terrestre[50]​, y con ello del ozono, lo que significaría más radiación ultravioleta perjudicial para el ADN que alcanzaría la superficie terrestre.

[44]​ Las plantas podrían desarrollar mecanismos para prolongar su supervivencia, como realizar la fotosíntesis requiriendo menos dióxido de carbono, hacerse resistentes a la desecación, volverse carnívoras o asociarse con hongos.

[52]​ En su trabajo The Life and Death of Planet Earth, los autores Peter D. Ward y Donald Brownlee han discutido que algunas formas de vida animal podrían continuar incluso después de que la vida vegetal haya desaparecido del planeta.

Inicialmente creían que algunos insectos, reptiles, aves y pequeños mamíferos podrían resistir, junto con la vida marina.

La atmósfera se convertirá en un húmedo invernadero que dará lugar a la rápida evaporación de los océanos.

Esto podría ocurrir si los procesos naturales eliminaran el nitrógeno de la atmósfera.

Sin embargo, una vez pasado este instante, la cantidad de agua en la atmósfera baja habrá aumentado al 40 %, con lo que comenzará rápidamente un húmedo efecto invernadero.

La distancia orbital de la Tierra se incrementará hasta más del 150 % con respecto al valor actual.

La Tierra interaccionará con la atmósfera externa del Sol, lo cual serviría para que se redujera su radio orbital, a lo cual también contribuiría el arrastre sufrido por la cromosfera del Sol e interacciones gravitatorias con este.

[42]​ Se calcula que entonces la ablación y la vaporización causadas por la caída de la Tierra en espiral hacia el centro del Sol eliminarán la corteza y el manto, para destruirla finalmente por completo tras apenas 200 años como mucho.

[42]​ Durante esta época prácticamente toda la atmósfera se habrá perdido en el espacio debido a un potente viento solar y la temperatura de la superficie terrestre, la cual se cree que estará cubierta por un océano de magma en el que flotarán continentes de metales y óxidos metálicos e iceberges de materiales refractarios, podrá sobrepasar en algunos momentos los 2000 ° al presentar la Tierra siempre la misma cara al Sol.

Ilustración de la Tierra siendo abrasada por el Sol cuando este ya haya entrado en la fase de gigante roja , dentro de unos 5000 millones de años. [ 1 ]
Diagrama donde se muestra el efecto gravitatorio (elipse azul) causado por la Luna (esfera gris) sobre la Tierra (esfera verde), el cual genera una ralentización de la rotación terrestre.
Cráter del Meteorito Barringer , una evidencia de impacto en la Tierra de cuerpos celestes, Flagstaff, Arizona .
Pangea fue el último supercontinente formado en la historia de la Tierra.
Una posible muestra de como sería Pangea Última.
Evolución de la luminosidad (en rojo), el radio (en violeta), y la temperatura superficial (en verde) del Sol respecto a los valores actuales. Adaptado de Ribas (2010) [ 41 ]
La atmósfera del planeta Venus se encuentra en un estado de efecto "superinvernadero" .
El tamaño actual del Sol (ahora en su secuencia principal ) comparado con su tamaño estimado durante su fase de gigante roja .