La conocida convicción comunista de Salamanca hizo que en más de una oportunidad fuera detenido por la policía y a veces fue D'Arienzo quien obtenía que lo liberaran; cuando años después tuvo su propia orquesta estuvo a veces prohibido en la radio y televisión.
Su estadía de 17 años en la orquesta de D'Arienzo fue fundamental para Salamanca, tanto por la difusión que le dio su participación en una orquesta tan popular y exitosa, como por el fogueo y la experiencia adquirida al lado del director.
[1][2] En los primeros meses de 1957 dejó a D’Arienzo y, ayudado por Eduardo Cortti, formó su propia orquesta que quedó así integrada: La orquesta grabó para la discográfica Odeon los clásicos tangos Chiqué de Ricardo Brignolo y Alma en pena de Anselmo Aieta y en junio debutaron en Radio Splendid; más adelante Peyró fue sustituido por quien se convirtió en la voz emblemática de la orquesta, Armando Guerrico.
[1][2] Entre los músicos brillantes que pasaron por su orquesta pueden recordarse a los bandoneonistas Osvaldo Rizzo, Osvaldo Piro, Oscar Bassil; los violinistas José Carli, Fernando Suárez Paz, Simón Bajour, Alberto Besprovan, Leo Lipesker y los contrabajistas Rafael del Bagno y Mario Monteleone, entre otros, así como los cantores Jorge Garré, Andrés Peyró, Armando Guerrico, Julio Rodolfo, Mario Luna, Luis Roca, Luis Correa, Alberto Hidalgo y Carlos Nogués.
[1][2] Como compositor se destacan, entre otros, los tangos instrumentales Matraca, Viento sur y Muñeco saltarín, los tangos Tomá estas monedas, el muy comercial y el de menor calidad Sepeñoporipitapa, ambos con música en colaboración con D'Arienzo y Amarga sospecha, todos con letra de Carlos Bahr.