La obra debía terminar en una gran mostra (como ya habían hecho otros pontífices con los acueductos restaurados durante su papado), que fue realizada en una posición unos ochenta metros más cerca de la Estación Termini respecto a la posición en la que se sitúa actualmente la fuente, aproximadamente donde se encuentra actualmente el Obelisco de Dogali, en la Via Luigi Einaudi.
Algunos años más tarde, en 1888, aprovechándose de una remodelación urbanística de la zona que obligó al Ayuntamiento a trasladar la fuente algunos metros, se dio la ocasión para reconstruirla ex novo, cambiando completamente su aspecto.
El proyecto del arquitecto Alessandro Guerrieri contemplaba tres copas circulares concéntricas a distinta altura colocadas sobre una base octogonal con lados rectos y cóncavos alternativamente; en los lados rectos se abrían cuatro estanques semicirculares y todo el conjunto estaba inmerso en una amplia piscina poco profunda.
También se encargó a Rutelli la decoración del grupo central de la fuente.
La realización del escultor resultó algo extraña: tres tritones, un delfín y un gran pulpo, entrelazados entre ellos aparentemente en una lucha.