[1] Se convirtió en figura característica de la ciudad durante el siglo XVI, debido a que surgió la costumbre de colocar en ella escritos críticos y satíricos, a menudo en verso, dirigidos contra personajes públicos importantes como cardenales y pontífices.
[2] La estatua es en realidad un fragmento de una obra helenística, probablemente del siglo III a. C. Representa casi con seguridad a un guerrero heleno.
Un día, sus alumnos cayeron en la cuenta del parecido entre maestro y estatua, comenzando así la costumbre de dejarle notas en el cuello.
El nombre aquí, indicaría a quién es dañado por las cosas que se toman en principio como buenas (como podría ser en aquel contexto, el poder teocrático papal).
Ocurrió, sin embargo, que a la muerte de Pasquino, el gobierno imperial erigió una estatua en su honor, estatua que ciertamente habría quedado olvidada en poco tiempo de no haber mediado una circunstancia inesperada.