A este fin, el frisón está siendo actualmente enseñado en algunos colegios y guarderías de la región[4] y, desde 2012, se ha podido elegir como asignatura de lengua principal, junto al inglés, en los estudios del Abitur (bachillerato).
[8] No existen datos fiables en cuanto al número exacto de hablantes.
El frisón del norte es un lenguaje en peligro, en tanto los niños ya no lo aprenden como norma general.
En Amrum existe una escuela llamada Öömrang Skuul en la que las materias se enseñan en el dialecto local.
Para atajar el problema cuando se usa el frisón septentrional como una sola lengua cohesiva (por ejemplo, en traducciones de otros idiomas), existe una forma de concesión dialectal impulsada por el Institutuo Norfrisón (aunque raramente regulada), al menos para algunas expresiones, como en el caso del nombre del propio idioma (Nordfriisk), que es una construcción artificial del término que no coincide con ninguna de las formas dialectales.
Actualmente, los dialectos del frisón septentrional se distinguen según la siguiente tipología, que ha sido usada desde el comienzo de los estudios lingüísticos en Frisia en el siglo xix: Los dialectos insulares y continentales difieren claramente entre sí al haber sido moldeados por oleadas distintas de inmigrantes frisones en diferentes siglos.
Además, históricamente ha habido poco intercambio entre los distintos dialectos y, por lo tanto, no pudo desarrollarse una lingua franca, ni hubo un centro cultural en Frisia del Norte gracias al cual uno de esos dialectos pudiese haber tenido un papel destacado en el contexto idiomático.
La oración que se muestra a continuación en diversas variantes del frisón septentrional («¡Brilla, vieja Luna, brilla!
', gritó Häwelmann, pero la Luna no se veía por ningún lado y las estrellas tampoco; todas se habían acostado ya») está tomada de la obra Der kleine Häwelmann de Theodor Storm.
Además, hubo una fuerte inmigración holandesa hacia la península durante el siglo XVI.
La población del remanente oriental de Strand, el moderno Nordstrand, no logró reconstruir los diques regionales por su cuenta.
En Dinamarca, el frisón del norte se hablaba solo en algunas granjas de pantano, ubicadas directamente en la frontera con Alemania.
La distribución de la lenición de las plosivas no vocalizadas p, t y k es similar, ya que se han convertido en plosivas vocalizadas e incluso se han convertido parcialmente en fricativas en los dialectos centrales.
Esto se puede demostrar a través de la pronunciación del verbo «saber»: waase en mooring, wed en fering-öömrang, weet en söl'ring, wet en heligolándico (witte en frisón occidental, weten en bajo alemán, wissen en alemán estándar).
Todos los dialectos tienen una línea adicional de palatalizaciones, lo que es infrecuente en idiomas germánicos.