Perteneciendo Francisco a la alta nobleza francesa, ambos padres estaban emparentados con el rey y la corte.
En 1664 la primera parroquia, a la que siguieron otras once en 1678.
Fue así como nació la Universidad Laval, con el objetivo principal de dotar a los francófonos con una educación y enseñanza de calidad.
Clases de teología, medicina, derecho y arte son impartidas por los sacerdotes, los cuales lograron que se fundara un campus en Montreal (futura Universidad de Montreal) así como la ciudad universitaria de Quebec entre los años 1950 a 1960.
En 1674, fue instituida la diócesis de Quebec y Laval llegó a ser su primer obispo.
Laval recorría su vasta diócesis en canoa, a pie o en raquetas para nieve, abarcando desde las riberas del río San Lorenzo y Acadia y hasta Luisiana (que era posesión francesa en ese tiempo) visitando a la gente en sus hogares y prestando particular atención a la protección de los Pueblos Aborígenes.
En 1878, su cuerpo fue exhumado y transportado a una cripta en la capilla del Seminario de Quebec; y en 1950 nuevamente transportado a la capilla exterior del Seminario donde sus restos fueron colocados bajo una efigie de mármol blanco.
En 1980 Francisco de Laval fue beatificado por el papa Juan Pablo II.