Francisco Pérez de Prado y Cuesta

[2]​ Nombrado obispo de Teruel en 1732, ocupó la mitra hasta su muerte en 1755.

[3]​ El problema llegó hasta los tribunales porque las autoridades civiles consideraban que el obispo invadía sus competencias.

Pérdida de la gracia en Adán y Eva, obra redactada durante sus años de fiscal en Sevilla, donde se publicó hacia 1726, con dedicatoria «A mis hermanos amados en N. Señor Jesv-Christo, los reconciliados por la Inquisición de Sevilla».

Se ocupaba en ella del fenómeno del criptojudaísmo, sus costumbres y tradiciones, demostrando un profundo conocimiento de estas prácticas así como de la literatura rabínica.

Criticaba también el afán de otorgarse antiguos linajes, hasta remontarse a Abraham, aun cuando le constaba por su experiencia como fiscal que los que conocían más allá de su tercer abuelo eran una excepción.