Estudia primeras letras en la escuela de este pueblo.
Allí, tras licenciarse en letras, ejerce la docencia y la traducción.
Desde París sigue colaborando, con más o menos asiduidad, en la prensa de Granada, especialmente en Ideal y, hacia los años 80, en el desaparecido Diario de Granada.
Publica relatos y novelas: Los cuernos del difunto (1996), La boda de Camacho (2004), El Oratorio de las lágrimas (2008) y La verja del internado (2012).
También ha participado en varios libros colectivos como Granada 1936 o El tam-tam de las nubes.