Mirbeau ha incluido como escenario una aldea del Perche (Normandía), Viantais, inspirada en el pueblo Rémalard, donde él pasó su juventud : cada uno vive bajo la mirada de todos y las exigencias del cuerpo y las del espíritu se hallan lamentablemente oprimidas.
Otro personaje fascinante es el padre Pamphile (Pánfilo), que ha vagado durante decenios por Europa mendigando y ha llegado a reunir cantidades enormes de dinero, en seguida dilapidadas en unos trabajos incoherentes y siempre recomenzados: la reconstrucción de una abadía en ruinas.
La narración, discontinua, aparece cortada en dos ocasiones para hacer marcha atrás : en un caso para contarnos el pasado del abate Julio ; en otro el de un trinitario de espíritu perturbado y absorto por un proyecto demencial, el padre Pamphile (Pánfilo).
La insistencia en el tema del dinero y la frustración sexual del héroe epónimo, podría hacer pensar que Mirbeau inscribe su novela en el marco de una novela costumbrista de inspiración naturalista sobre un mal cura.
Para revelar los bajos fondos de las ánimas humanas, Octave Mirbeau lleva a cabo una psicología de las profundidades que no tiene precedentes en Francia ; ve en la psiquis humana un caos indescifrable, en total oposición a las pretensiones de su examigo Paul Bourget, que creía aclarar gracias a la psicología, sistema que para Mirbeau sólo era un bulo.