Después de la Guerra Mundial, en España, guerrilleros republicanos se preparan para dar el asalto al régimen del general Franco.
En la sierra aledaña a Nelda pervive uno de estos grupos que, al comienzo de la novela, ha tenido un sangriento choque con la Guardia Civil.
Hay un herido gravísimo, que necesita los cuidos de un médico.
El novelista aprovecha los distintos episodios del relato, cuya acción va “in crescendo” hasta el desenlace final, para ofrecernos la cara más negativa y cruel de la dictadura franquista: abuso de poder, persecución de los vencidos, ejecuciones, hambre, miseria, misas y procesiones.
La Iglesia Católica, aliada incondicional de la dictadura, bendice ejecuciones y atropellos.