Francisco Diez-Canseco Corbacho

Integró el Batallón de Cazadores, y en la batalla de Cerro Barón (1837) contribuyó a derrotar a los amotinados que asesinaron al ministro chileno Diego Portales.[1]​ Sirvió al gobierno restaurador encabezado por el general Agustín Gamarra.Luego se sumó a la revolución constitucional encabezada por los generales Domingo Nieto y Ramón Castilla.[1]​ Ya en el primer gobierno de Ramón Castilla, fue ascendido a teniente coronel graduado (1845) y luego efectivo (1847).[1]​ En 1865 fue ascendido a general de brigada y se encargó del mando en la capital cuando el presidente Pezet tuvo que ausentarse para enfrentar el avance de la revolución acaudillada en el sur por Mariano Ignacio Prado y Pedro Diez Canseco.[1]​[6]​[7]​ Tras la renuncia de Prado como presidente, Francisco se encargó momentáneamente del Poder Ejecutivo, durante catorce días.Luego entregó el mando a su hermano Pedro, a quien le correspondía legalmente por ser el segundo vicepresidente constitucional, según las elecciones de 1862, consideradas las últimas legítimas.[9]​ Retirado a la vida privada, solicitó volver al servicio durante la guerra con Chile, y disciplinó algunas unidades de la reserva.