Francisco Cruz Salido

Huérfano de padre a los once años,[1]​ ingresó muy joven en el mundo periodístico en su ciudad natal.

Comenzó en este periódico en 1916 y con apenas veinte años, en 1919, llegó a ser redactor jefe.

[2]​ En El Socialista publicaba una columna de crítica política, titulada Glosa ingenua, que le creó numerosos enemigos.

En julio de 1932 escribió una columna, Psiquiatría, militar, que concitó las iras del Ejército.

[4]​ Recluidos en la Cárcel Modelo, no fueron liberados hasta febrero del año siguiente.

[9]​ Tal como narra Julián Zugazagoitia en Guerra y vicisitudes de los españoles, al producirse la evacuación del gobierno hacia Valencia en noviembre ante la inminente llegada de las tropas franquistas, Prieto le pidió a Zugazagoitia que se fuese también, a lo que se negó.

[17]​ Tras la derrota de Francia en junio de 1940, abandonó París y se refugió en Burdeos, en la casa del antiguo dirigente socialista Teodomiro Menéndez[18]​ (su esposa e hijos sí pudieron embarcar hacia México).

[20]​[21]​ El 31 de julio[1]​ fue entregado por la policía alemana, sin ningún proceso judicial, junto con Julián Zugazagoitia, Teodomiro Menéndez, Cipriano Rivas Cherif, Carlos Montilla y Miguel Salvador que también habían sido capturados por los alemanes por instigación de la embajada franquista, y trasladado a Madrid.

Por eso no quería escribir, ni que avisáramos a su familia de Madrid; para que no reclamaran el cadáver y se le enterrara en la fosa común.

[22]​ Sin embargo, una persona desconocida (que usó el nombre Sabina Marroquina) encargó y pagó una tumba para Cruz Salido y Zugazagoitia en el cementerio de la Almudena de Madrid.