Huérfano de padre a los once años,[1] ingresó muy joven en el mundo periodístico en su ciudad natal.
Comenzó en este periódico en 1916 y con apenas veinte años, en 1919, llegó a ser redactor jefe.
[2] En El Socialista publicaba una columna de crítica política, titulada Glosa ingenua, que le creó numerosos enemigos.
En julio de 1932 escribió una columna, Psiquiatría, militar, que concitó las iras del Ejército.
[4] Recluidos en la Cárcel Modelo, no fueron liberados hasta febrero del año siguiente.
[9] Tal como narra Julián Zugazagoitia en Guerra y vicisitudes de los españoles, al producirse la evacuación del gobierno hacia Valencia en noviembre ante la inminente llegada de las tropas franquistas, Prieto le pidió a Zugazagoitia que se fuese también, a lo que se negó.
[17] Tras la derrota de Francia en junio de 1940, abandonó París y se refugió en Burdeos, en la casa del antiguo dirigente socialista Teodomiro Menéndez[18] (su esposa e hijos sí pudieron embarcar hacia México).
[20][21] El 31 de julio[1] fue entregado por la policía alemana, sin ningún proceso judicial, junto con Julián Zugazagoitia, Teodomiro Menéndez, Cipriano Rivas Cherif, Carlos Montilla y Miguel Salvador que también habían sido capturados por los alemanes por instigación de la embajada franquista, y trasladado a Madrid.
Por eso no quería escribir, ni que avisáramos a su familia de Madrid; para que no reclamaran el cadáver y se le enterrara en la fosa común.
[22] Sin embargo, una persona desconocida (que usó el nombre Sabina Marroquina) encargó y pagó una tumba para Cruz Salido y Zugazagoitia en el cementerio de la Almudena de Madrid.