En 1802 se le nombró organista suplente, debido a la edad de Anglés y en 1816, tras el fallecimiento de Anglés, fue nombrado organista primero por aclamación.
Pero pronto cayó enfermo y solicitó permiso para recuperarse durante varios meses.
Felipe Pedrell cita entre las mejores composiciones de Cabo un Miserere, Credidi y Beatus vir, habiendo dejado otros a siete, diez y doce voces.
Tiene obra vocal[5] —principalmente conservada en la Catedral de Valencia— y sonatas monotemáticas.
Han llegado a nuestros días casi 100 composiciones del maestro.