En el barrio se encuentran los consulados de Bolivia, Chile, Japón, Paraguay, Perú y Reino Unido.
Fascinados con la exótica construcción, los indios la denominaron kari-oca, que em tupi significa "casa de blanco".
Las tierras se fragmentaron, dando origen a numerosas chacras y mansiones para uso residencial.
Sobre el final del siglo, con la decadencia de la industria cafetera, las grandes mansiones pasaron a tener diversos destinos, como escuelas y asilos.
También fue significativa para las comunicaciones la apertura de la avenida Beira-Mar, en 1905, época en que se construyeron edificios residenciales como el Palacete Seabra, el Castelinho do Flamengo, la Escola Alberto Barth y el actual Instituto dos Arquitetos do Brasil.
[11] En 1961, el gobierno de Carlos Lacerda inicia la construcción del Aterro do Flamengo, terreno ganado al mar.
Las estaciones Flamengo, Largo do Machado y Catete llegan hasta las inmediaciones del barrio.