Carlos Lacerda

Estudió abogacía y estuvo afiliado al Partido Comunista Brasileño (PCB) ya en la década de 1930, destacando en sus actividades de propaganda hasta que rompió con el PCB en 1939 alegando discrepancias ideológicas.

Desde ese puesto continuó sus actividades periodísticas y literarias, mientras se convertía en quizá el más severo opositor del segundo gobierno de Getúlio Vargas, vinculándose abiertamente con la derecha brasilera.

El aumento en fuerza y tamaño de la oposición terminó precipitando una crisis política que causó el suicidio del propio presidente Vargas en ese año.

No obstante, el proyecto de Lacerda contemplaba al golpe militar como una "solución transitoria" antes de unas nuevas elecciones democráticas, y no como un régimen que perpetuase a las fuerzas armadas en el poder político.

Ante ello, cuando en 1966 el general Humberto de Alencar Castelo Branco fue proclamado candidato presidencial patrocinado por las Fuerzas Armadas, Lacerda se distanció del régimen militar pasando una vez más a la oposición activa, donde unió fuerzas con sus antiguos rivales Quadros y Goulart.