Fidentem piumque animum

[2]​ Concedió además especiales indulgencias para los fieles que participasen en esas ceremonias.Tras exponer su experiencia personal el papa recuerda cómo ha exhortado a través de otras encíclicas la práctica del rosario y cómo han respondido los fieles a esa petición.El mismo Jesús lo afirmó cuando dijo: "si dos de vosotros se ponen de acuerdo en la tierra sobre cualquier cosa que quieran pedir, mi Padre que está en los cielos se lo concederá"[4]​ El rezo del rosario en familia o en el templo cumple esas dos condiciones; recomienda por eso el rezo del rosario en las familias, al finalizar el día.Además, considerando la eficacia de la oración en común, recoge el papa su decisión La confianza en el socorro de la Virgen no es exagerada pues como enseña Santo Tomás, aunque Jesús es el único mediador, nada impide que otros sean llamados también, secudum quid, mediadores entre Dios y los hombres, pues colaboran a la unión del hombre con Dios;[6]​ esta es una gloria, añade el papa, que conviene especialmente a María, pues de ella es madre de Jesús, y por tanto mediadora para con el Mediador.Como Jesús pidió en una oración dirigida a su Padre le pidió que sus discípulos fuesen uno solo en la fe y en la caridad, así podemos pedir que su Madre repita esa misma oración.