El boro pertenece al grupo III A de la tabla periódica, aunque tiene características muy distintas de los demás elementos de su grupo: aluminio, indio, galio, y talio, ya que es el único no metal del grupo.
Hay analogías mayores con metaloides como el carbono y el silicio.
Es un material semiconductor, duro, cuya temperatura de fusión es alta.
Este incremento deformacional puede llegar a superar la deformación a rotura del substrato de carbono, y provocar daños internos de los filamentos del boro.
Debido a su elevado coste, el uso de estas fibras está limitado a aplicaciones de alta tecnología, tales como componentes para vehículos espaciales, aplicaciones militares o aeronáutica.