En los seres humanos, la etapa fetal comienza nueve semanas después de la fecundación.
[4] Los movimientos respiratorios del feto son necesarios para estimular el desarrollo pulmonar, más que para obtener oxígeno.
[cita requerida] Los huesos están completamente desarrollados, pero aún son blandos y flexibles.
El feto se considera a término entre las semanas 37 y 40, cuando está suficientemente desarrollado para la vida fuera del útero.
[14] Los factores maternos incluyen el peso materno, el índice de masa corporal, el estado nutricional, el estrés materno prenatal, la exposición a toxinas (incluido el tabaco, el alcohol, la heroína y otras drogas que también pueden dañar al feto de otras formas), y el flujo sanguíneo.
El bajo peso al nacer aumenta el riesgo de mortalidad perinatal (muerte poco después del nacimiento), asfixia, hipotermia, policitemia, hipocalcemia, disfunción inmunitaria, anomalías neurológicas y otros problemas de salud a largo plazo.
[16] La sangre oxigenada procedente de la placenta llega al feto por la vena umbilical.
Desde la vena cava inferior, la sangre llega a la aurícula derecha del corazón.
En el feto, hay una abertura que comunica la aurículas derecha e izquierda, el foramen oval.
En la vida intrauterina el feto no utiliza los pulmones para respirar, ya que está suspendido en el fluido amniótico y recibe el oxígeno a través de la placenta.
La afinidad por el oxígeno de la hemoglobina fetal es superior a la del adulto, esta diferencia facilita que en la placenta se produzca la transferencia de oxígeno desde la sangre materna a la sangre fetal.
[20] No existe un límite definido de desarrollo, edad o peso en el que un feto se convierta automáticamente en viable.