Se conocen quince glándulas que producen un número de compuestos químicos.
Los mensajes químicos son percibidos por las antenas u otras partes del cuerpo.
[3][4] Se han identificado dos feromonas de alarma principales en las abejas obreras.
Estos compuestos tienen bajo peso molecular, son muy volátiles y parecen ser específicos de todas las feromonas.
Por eso se piensa que las forrajeras la usan para marcar lugares ya visitados donde queda poco material útil.
Es una forma de avisar a las compañeras que no pierdan tiempo visitando ese sitio.
Descubrimientos recientes indican que las abejas usan 2-heptanona como un anestésico para paralizar a los intrusos.
La glándula secreta productos alcalinos en la cavidad vaginal y se piensa que es depositada en los huevos cuando son puestos.
En la reina es una secreción aceitosa de las glándulas tarsales y es depositada en el panal cuando pasa por el.
Keith N. Slessor, Lori-ann Kaminski, Gaylord G. S. King, John H. Borden, and Mark L. Winston han creado feromonas sintéticas; su trabajo fue patentado en 1991.
Estos nueve compuestos químicos son importantes en la atracción que la reina ejerce sobre las obreras.