Fernando de Castilla (1225-1248)
Tuvo un hijo natural llamado Alfón Fernández, a quien su tío, el rey Alfonso X de Castilla, llama nuestro sobrino y nuestro consegero en el codicilio que otorgó el monarca el 22 de enero de 1284.[1] Falleció durante la conquista de Sevilla, el mismo año en que esta ciudad capituló ante los ejércitos de Fernando III de Castilla,[2] aunque algunas fuentes señalan que pudo haber vivido hasta el año 1255.[6] Sobre el sepulcro está colocado un bajorrelieve de mármol que representa a un caballero yacente.El epitafio aparece grabado en caracteres góticos sobre una lápida blanca.La inscripción en caracteres góticos es la siguiente:[a] Los autores modernos niegan que la citada sepultura se referiera a Fernando de Castilla, ya que, de ser así, en la inscripción anterior aparecería como hijo del rey Fernando III y no con el patronímico Petri, «Pérez» («hijo de Pedro»).