Según la crítica María Gainza fue "Una suerte de Marcel Duchamp porteño que hizo del gesto artístico su marca registrada".
Trabajó en el estudio SEPRA fundado por su padre junto a Santiago Sánchez Elía y Alfredo Agostini.
Su padre lo internó en un hospital neuropsiquiátrico donde organizó el festival del mate cocido con todos los pacientes.
[2] Cuando la entidad se enteró pidió que se le devolviera el monto y el artista respondió con una carta al director de la organización detallando el gasto[3] explicándole:"ustedes me dieron esa plata para que yo hiciera una obra de arte, y mi obra de arte fue esa cena.
En 1970 grabó un disco editado por el sello Columbia del que se hicieron 1333 copias vendiéndose en farmacias y disquerías, los temas eran "Soy un pedazo de atmósfera" y "Tengo un algo adentro que se llama coso".