Famoso por sus "restauraciones" interpretativas de edificios medievales,[2] fue un importante arquitecto del renacer gótico.[3] Hoy es considerado el padre de la arquitectura moderna y pionero del movimiento Art Nouveau en Europa.Utilizó el estudio arqueológico en el examen crítico inicial de los edificios, como paso previo para conocer su realidad y defendió el uso del hierro y la coherencia de la arquitectura gótica, en contra del eclecticismo.Se opuso con vehemencia al estilo de arquitectura Beaux-Arts que estaba en boga en esa época.Sus teorías ejercieron una gran influencia en artistas posteriores, como Guimard, Gaudí, Horta o Vilaseca.Entre sus otras obras importantes se encuentran los trabajos realizados en Mont Saint-Michel, Carcasona, Roquetaillade y Pierrefonds.A menudo las "restauraciones" de Viollet-le-Duc combinaban hechos históricos con modificaciones creativas.
Un elemento importado: las torres cónicas recubiertas de pizarra que Viollet-le-Duc diseñó en la
Ciudadela de Carcasona
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