Catedral de Carcasona

Edificada por orden del rey de Francia Luis IX, en 1247, a fin de reemplazar un antiguo santuario, fue modificándose y ampliándose a partir del año 1283.

Durante el incendio de la bastida de Saint-Louis por las tropas del Príncipe negro en 1355, la iglesia Saint-Michel sufrió graves deterioros.

Durante la reconstrucción se decidió incorporarle nuevas fortificaciones: a nivel del ábside se construyó una torre cilíndrica con aspecto militar y se cavaron fosos alrededor del edificio de 10 metros de anchura.

En 1803 se le transfirió la sede episcopal, que se ubicaba desde la Edad Media en la catedral Saint-Nazaire, convirtiéndose así en la nueva catedral de Carcasona.

En 1857, se decidió realizar profundas modificaciones con el fin de adaptar el edificio a su nueva función; la dirección de los trabajos fue confiada al arquitecto Eugène Viollet-le-Duc.

Interior de la catedral.