Estudios Orientales

El estudio europeo de la región previamente conocida como "Oriente" tuvo orígenes principalmente religiosos, lo que ha sido una motivación importante hasta tiempos recientes.

Esto se debe en parte al modo en que las religiones abrahámicas de Europa (cristianismo, judaísmo e islam) se originaron en el Medio Oriente, así como al surgimiento del islam en el siglo VII.

El conocimiento lingüístico precedió a un estudio más amplio de las culturas y la historia.

Desde finales del siglo XVIII, la arqueología se convirtió en un vínculo de la disciplina al público general europeo, ya que los tesoros saqueados durante los contactos coloniales llenaron nuevos museos.

El estudio moderno se vio influenciado por actitudes e intereses imperialistas, al igual que por la fascinación a veces ingenua que el Oriente exótico ejercía en escritores y pensadores del Mediterráneo y resto de Europa, capturada en imágenes de artistas, materializada en ese tema que aflora repetidamente en la historia de las ideas en Occidente, llamado "orientalismo".

Sin embargo, hubo mucho comercio romano con la India (no tanto con China) durante el período imperial.

Este esfuerzo, también llamado Studia Linguarum, existió esporádicamente a lo largo de la Edad Media y durante el "Renacimiento del siglo XII" se vio un crecimiento particular en las traducciones de textos árabes al latín, con figuras como Constantino el Africano, quien tradujo 37 libros, en su mayoría textos médicos.

[cita requerida] En Oxford se establecieron brevemente cátedras de hebreo, árabe y arameo.

Hubo distinguidos eruditos, entre los cuales Edmund Castell publicó su Lexicon Heptaglotton Hebraicum, Chaldaicum, Syriacum, Samaritanum, Aethiopicum, Arabicum, et Persicum en 1669, mientras que algunos eruditos como Edward Pococke que habían viajado a Oriente escribieron también sobre la historia y sociedad modernas de los pueblos de Oriente.

Los misioneros católicos fueron pioneros en el estudio del Lejano Oriente, especialmente Matteo Ricci y otros en las misiones jesuitas de China.

Los pensadores de la Ilustración caracterizaron aspectos del Oriente pagano como superior al Occidente cristiano, lo cual puede verse en las Cartas persas de Montesquieu o la irónica promoción del zoroastrismo por Voltaire; otros, como Edward Gibbon, elogiaron la relativa tolerancia religiosa del Medio Oriente en oposición al intolerante Occidente cristiano, y muchos, incluidos Diderot y Voltaire, el alto estatus social de la erudición entre los mandarines chinos .

La Università degli Studi di Napoli "L'Orientale", fundada en Nápoles, Italia, en 1732, es la escuela más antigua de Sinología y Estudios Orientales del continente europeo.

La egiptología dirigió el camino: como con muchas otras culturas antiguas, proporcionó a los lingüistas nuevos materiales para descifrar y estudiar.

[2]​ En el transcurso del siglo, la arqueología occidental se extendió por Oriente Medio y Asia, con resultados espectaculares.

[4]​ Los nuevos museos nacionales proporcionaron un escenario para importantes hallazgos arqueológicos, la mayoría de los cuales fueron llevados a Europa en este período, y pusieron a los orientalistas en el centro de atención del público como nunca antes.

En ese tiempo, el estudio académico del islam también se desarrolló y a mediados del siglo XIX, los Estudios Orientales ya eran una disciplina académica bien establecida en la mayoría de los países europeos, especialmente aquellos con intereses imperiales en la región.

[6]​ La era posterior a la Guerra Fría ha sido marcada por discusiones sobre el terrorismo islamista que enmarcan puntos de vista sobre hasta qué punto la cultura del mundo árabe y el islam son una amenaza para la de Occidente.

El enfoque del "choque de civilizaciones" implicó otra característica del pensamiento orientalista; a saber, la tendencia a ver la región como una "civilización" homogénea, en lugar de comprender varias culturas y corrientes diferentes y diversas.

Antigüedades asirias en el Museo Británico.
Haitón de Córico remitiendo su informe sobre los mongoles , al Papa Clemente V , en 1307
Matteo Ricci (izquierda) y Xu Guangqi (徐光啟) (derecha) en la edición china de los Elementos de Euclides (幾何 原本) publicada en 1607
El antiguo edificio de la Sociedad Asiática en Calcuta , fundada por William Jones en 1784
Expertos inspeccionando la Piedra de Rosetta durante el Segundo Congreso Internacional de Orientalistas en Londres, 1874
Las mujeres de Argel , 1834, de Eugène Delacroix es una de las primeras pinturas de los pintores occidentales en el "mundo oriental".