Una estauroteca (del griego antiguo σταυρός, stauroso, «cree», y θήκη, theke, «contenedor») o relicario del lignum crucis, es un cofre relicario diseñado para contener un pedazo de la Vera Cruz sobre la que Jesús de Nazaret fue crucificado durante el episodio de la pasión.
Según la tradición cristiana, fue Santa Helena, la madre del emperador Constantino I, quien descubrió la Cruz de Jesús así como las de los dos ladrones, durante una peregrinación a Palestina realizada en el año 326.
Las estaurotecas bizantinas se utilizaban con bastante frecuencia, porque contienen una virtud apotropaica.
[2] El relicario está decorado con esmaltes cloisonnados, plata, vermeil, oro, niello, es de tamaño modesto, y mide solo 2,7 × 10,3 × 7,1 en el exterior.
En la portada, se muestra a Cristo, rodeado por la Virgen María y San Juan, vivo, vestido con una larga túnica oscura habitual en las representaciones orientales de esta escena.
Santos o apóstoles, todos identificados, rodean la escena central y decoran los laterales.
Quedan un cierto número de estaurotecas bizantinas que, a partir del siglo XX, presentan la forma de un tríptico y donde se utilizan metales preciosos, piedras finas, perlas y esmaltes.