La estatua es obra del escultor francés Frédéric Auguste Bartholdi y la estructura interna fue diseñada por el ingeniero Alexandre Gustave Eiffel.Desde su inauguración en 1886, la estatua fue la primera visión que tenían los inmigrantes europeos al llegar a Estados Unidos tras su travesía por el océano Atlántico.Bartholdi fue contratado para diseñar una estatua, que debería acabarse en 1876, fecha del centenario de la independencia estadounidense.Para el rostro se utilizó un modelo de Isabella Eugenie Boyer, viuda del inventor millonario Isaac Singer,[7] aunque según otras fuentes, Bartholdi se habría inspirado en el rostro de su madre, Charlotte Bartholdi (1801-1891), y es la hipótesis más considerada hasta el presente.Bartholdi imaginó un gran faro, que se encontraría en la entrada del canal, el cual señalaría las rutas.[11] Los dibujos del proyecto titulado Egipto lleva la luz a Asia, se asemejan en gran medida a la Estatua de la Libertad, aunque Bartholdi aseguró que el monumento de Nueva York no era una reutilización, sino una obra original.Todos los medios de la época se utilizaron para ese propósito: artículos en la prensa, espectáculos, banquetes, impuestos, loterías, etc.[22] Los visitantes pudieron subir por una escalera que conducía al balcón situado en torno a la antorcha pagando tan solo 50 centavos.[25] Esta patente la describía en los siguientes términos: La patente también especificaba que el rostro de la estatua tenía "rasgos clásicos, pero al mismo tiempo se encuentra seria y tranquila" …,[Nota 1] y ligeramente inclinada hacia la izquierda para descansar sobre la pierna izquierda, con toda la figura que permanece en equilibrio.Los fondos necesarios para la construcción del sótano diseñado por el arquitecto estadounidense Richard Morris Hunt y realizado por el ingeniero Charles Pomeroy Stone, se reunieron en agosto de 1884.[32] Cuando se colocó la última piedra del monumento, los albañiles cogieron varias monedas de sus bolsillos, y las echaron en el mortero.La estatua recibió hasta entonces múltiples visitas, como la del presidente de la república francesa Jules Grévy y el escritor Victor Hugo.[35] Para hacer posible la travesía por el Atlántico, la estatua fue desmantelada en 350 piezas, divididas en 214 cajas, teniendo en cuenta que el brazo derecho y su llama estaban ya presentes en suelo estadounidense, donde habían sido expuestos en la Exposición del Centenario de Filadelfia y luego en Nueva York.El éxito del monumento creció rápidamente: en las dos semanas que siguieron a la inauguración, cerca de 20 000 personas se habían presentado para admirarlo.Desde su inauguración en 1886, el monumento ha experimentado múltiples renovaciones y reformas:[44] El sistema de iluminación original ha sido sustituido varias veces por un equipamiento más moderno.El alquitrán fue a su vez eliminado utilizando bicarbonato sódico, sin que la estructura de cobre sufriera ningún daño.Por último se entregó la Medalla de la Libertad a destacadas personalidades que, aunque no nacieron en el país, adquirieron la ciudadanía estadounidense: Henry Kissinger, Ieoh Ming Pei, Irving Berlin, Hanna Holborn Gray, Kenneth Bancroft Clark, Elie Wiesel, Albert Sabin, James Reston, An Wang, Itzhak Perlman, Franklin Chang-Díaz y Bob Hope.A la mañana siguiente, la esposa del presidente, Nancy Reagan pronunció un discurso que marcaba la reapertura oficial de la estatua al público, y por la tarde, se celebró una ópera en Central Park.[51] Sin embargo, en los últimos años se están produciendo múltiples iniciativas para reabrir la estatua al público y permitir el acceso a la corona.Bartholdi optó por la corona, y no se decidió por el gorro frigio, símbolo de libertad desde la Antigüedad.[63][64] A continuación se muestra la parte del poema que está inscrito en la placa, y su traducción al español: Not like the brazen giant of Greek fame, With conquering limbs astride from land to land; Here at our sea-washed, sunset gates shall stand A mighty woman with a torch, whose flame Is the imprisoned lightning, and her name Mother of Exiles.Sin embargo, los derechos ribereños sobre toda la tierra sumergida que rodea la estatua pertenecen a Nueva Jersey.[74] La Estatua de la Libertad se convirtió muy pronto en un icono popular, apareciendo en numerosos anuncios, imágenes, películas y libros.La publicidad también la utilizó para dar a conocer productos tales como Coca-Cola o una goma de mascar.Ya en 1917, en The Immigrant, Charlie Chaplin admira la estatua mientras su barco llega al puerto de Nueva York.En la filmografía más reciente también hace su aparición en películas como X-Men en la que la batalla final se desarrolla en la estatua, en Titanic en donde aparece en una de las escenas finales de la película cuando el Carpathia, el barco con los supervivientes del hundimiento, los lleva a Nueva York.Para celebrar el centenario del monumento, el servicio postal francés creó en 1986 un sello que representa la cara de la estatua titulado «Libertad».En el año 2000, el monumento formó parte de las propuestas para designar las nuevas maravillas del mundo, donde resultó finalista.La antorcha aparece a la vez sobre el sello y sobre el logotipo de la universidad, diseñado por Ivan Chermayeff en 1965.El famoso ilusionista David Copperfield hizo «desaparecer» el monumento en un programa en directo en la televisión en 1983, en uno de sus trucos más memorables.
Las coincidencias no son casuales, sino causales. Diosa griega Hécate, protectora de las entradas a los pueblos, es portadora de la antorcha y posee la corona de rayos solares (copia romana en mármol del
período helenístico
)
Visita del presidente
Richard Nixon
a la estatua el 26 de septiembre de 1972 para la apertura del Museo Estadounidense de Inmigración.
La antorcha original, reemplazada por otra en 1986.
La primera dama
Nancy Reagan
(vestida de rojo) en la ceremonia de reapertura al público de la estatua el 4 de julio de 1986.
La Estatua de la Libertad y, en segundo plano, las «torres gemelas» del
World Trade Center
antes de derrumbarse.
Detalle de la mano izquierda de la estatua.
Helios
, personificación del
Sol
de la
Antigüedad
. Detalle de un
sarcófago
romano del siglo
III
. Los rayos de su diadema recuerdan a los de la Estatua de la Libertad.