Monopolio peruano del salitre

Los depósitos de salitre conocidos en Chile no eran relevantes económicamente y los depósitos en Perú tenían más alta Ley (minería) que los de Bolivia, por lo que hacían inviable una explotación minera en Bolivia si los impuestos eran demasiado altos.

El guano no necesitaba elaboración, pues solo debía ser recogido del suelo, embolsado y transportado al lugar de uso.

Este contrato dio al Perú acceso a enormes préstamos internacionales que descontrolaron los gastos del gobierno.

Sin embargo, la firma Dreyfus aún tenía mucho guano por vender en sus bodegas, lo que redundó en una sobreoferta y una baja continua del precio.

Tras el discurso inaugural de Pardo existieron dos opciones para aumentar los ingresos: la primera, respaldada por los empresarios salitreros, aplicar otra vez un impuesto a la exportación en escala móvil según el precio en el mercado, o la segunda opción, promovida por los intermediarios del guano, crear un estanco del salitre.

Una comisión del congreso peruano que estudió en julio de 1872 el nuevo impuesto para frenar la competencia entre ambos insumos agrícolas concluyó que debía cobrarse un arancel de exportación o mejor aún readquirirse los terrenos salitreros.

Cuatro bancos peruanos asumirían las tareas de administración: Nacional, Providencial, Perú y Lima.

[5]​: 113  Para disminuir el rechazo de los salitreros, la ley permitía a los salitreros que no quisiesen vender al estado, exportar su producto directamente y entregar al Estado la diferencia si lo vendían por sobre 3,10 soles menos 10 centavos.

Rotas las relaciones i declarado el estado de guerra Chile no podria sacar ya a sus blindados i, sin fuerzas bastantes para atacar con ventaja, se veria en la precision de aceptar la mediación del Perú, la que en caso necesario se convertiría en mediación armada si las fuerzas de aquella República pretendiesen ocupar Mejillones i Caracoles.

[12]​ Jorge Basadre afirma que el estanco y el pacto secreto no estaban ligados de ninguna manera, pero otros sostienen lo contrario: en 1873 el autor italiano Pietro Perolari–Malmignati nombra el interés peruano en controlar el precio del salitre como la principal razón del tratado secreto.

La Casa Gibbs tenía buenas razones para apoyar decididamente los planes del gobierno peruano.

Para ello la Casa Gibbs ofreció a la CSFA suplir el 25% del consumo salitrero europeo.

John Thomas North, un hábil ciudadano inglés que trabajaba en la zona, compró muchos de los certificados ofrecidos a tan bajo precio.

[17]​[18]​[19]​: 2235 Algunos historiadores en el Perú (Nelson Manrique, Carmen Mc Evoy) consideran el estanco y posteriormente la estatización del salitre como ventajoso para el país y que podrían haber tenido éxito si no hubiesen sido interrumpido por la guerra.

Otros en cambio (Horacio Bonilla, Carlos Contreras Carranza) sostienen que la guerra solo fue el desenlace violento de una situación desesperada exacerbada por los errores del estanco y la estatización.

[6]​: 127–128  Para los primeros, la estatización fue el nacimiento de una nueva clase burguesa nacional y progresista.

[6]​: 96 Ronald Bruce St John considera que los intereses peruanos inducían a la guerra:[20]​ Aunque los orígenes de la Guerra del Pacífico están claramente relacionados con el salitre, la historiografía peruana ha sido reluctante a tratar el asunto.

[22]​ Al comienzo de la guerra, Guillermo Billinghurst, entonces miembro del senado peruano, propuso devolver las salitreras a sus antiguos dueños, pero las hostilidades impidieron una discusión.

[19]​: 2236 En 1890, el gobierno peruano aprobó un acuerdo conocido como Contrato Grace con el que los acreedores tomaron el control de los ferrocarriles.

Propiedad de los derechos de explotación del salitre en Perú, Bolivia y Chile antes de la Guerra del Pacífico
Al comienzo de la guerra, aproximadamente 30.000 trabajadores chilenos fueron expulsados de Perú en un plazo de 8 días. Posteriormente la Armada de Chile bloqueó los puertos de exportación del guano y del salitre. La falta de trabajadores y el bloqueo interrumpió las ventas de guano y salitre. La Ilustración Española y Americana publicó el 15 de junio de 1879 un grabado basado en una imagen de abril que muestra a chilenos en Iquique esperando volver a su país.