Estas nuevas escuelas van desplazando al sistema de formación gremial del Antiguo Régimen.
Sin embargo, el consistorio, que respondía el 10 de diciembre con su conformidad, no realizaría ninguna acción al respecto hasta 1828.
Entre 1800-1806 comienza a impartir clases en un local de la plaza del Castillo.
Fue una iniciativa privada que terminó por contar con apoyo del ayuntamiento, mediante un local, y de la Diputación del Reino, disponiendo una pensión anual para este maestro.
A la vez, la Diputación, por otro lado inaugura una cátedra de Matemáticas que compartía el mismo edificio.
En estos años aumenta también el número de asignaturas impartidas, incluyendo el trabajo en madera, piedra, Carpintería, Cerrajería y Ebanistería, así como Corte y Confección en el caso de las alumnas.
En 1917 la Diputación Foral decide abandonar la tutela y subvención de la Escuela por lo que pasa a depender exclusivamente del ayuntamiento.
El profesorado lo componían Enrique Zubiri, Fermín Istúriz Albístur, Ponciano García, José Martón, Javier Guidoti, Ramón Huici, Millán Mendía y Julia Uría siendo el director Manuel Ruiz de la Torre.
En los años 1930 el crecimiento del alumnado llevó a ampliar el edificio existente.