Eduardo Carceller García

[1]​ Tras esta primera etapa formativa se traslada a Madrid, en donde estudia Bellas Artes, entre los años 1863-69.

Sucedió en el cargo al primer profesor de dicha escuela, Mariano Sanz y Tarazona.

Tras fallecer esta segunda esposa se volvió a casar en 1910, con Petra Oraá.

Este paso cierra su período docente en Navarra sumando prácticamente 48 años en tales labores.

En todos estos aspectos, Eduardo Carceller aparece como un artista cuidadoso y pulcro, poniendo especial cuidado en sus realizaciones.

La caracterización estética de la obra del pintor Eduardo Carceller es relativamente sencilla.

Dada su formación académica decimonónica y su amplia labor, ligada siempre a la docencia del arte, su pintura no se desvinculó nunca de los rígidos convencionalismos academicistas impuestos por su momento histórico.

Se supone que, una vez instalado en Navarra, Eduardo Carceller comenzó a realizar otro tipo de obras.

Estaríamos ante retratos que responden a la línea más pura estilísticamente hablando de este género en España, donde se muestra una técnica ejecutada con perfección, con seriedad y bastante profundidad.

La que representa al santo patrón de Navarra aparece reproducida en la revista La Avalancha.

La primera obra que hemos encontrado referenciada de Eduardo Carceller llevaba por título Costumbres y suponemos se trataba de una escena costumbrista valenciana, fechada en el año 1857 y realizada en plena adolescencia del artista.

Parece ser que Eduardo Carceller se incorpora a esta práctica en los años postreros del siglo XIX, animado tal vez por los progresos que dicha temática lograba en esa época.