Una teoría, probablemente la más difundida, además sustentada por el humanista Pietro Summonte, explica que los napolitanos recibieron con el oro y el rojo al emperador Constantino I y a su madre Helena en el 324, cuando la población se convirtió al Cristianismo abjurando del antiguo culto del sol y de la luna, a los que hacían referencia los dos colores.
Sin embargo, ambas tesis fueron declaradas infundadas por el historiador Bartolommeo Capasso.
En realidad, el hecho que dos representaciones de lo que podría ser el emblema napolitano estén presentes en dos documentos de época angevina, llevaría a adelantar el nacimiento del símbolo.
Pero, en cambio, es posible que se trate de un ulterior símbolo angevino, que sucesivamente fue utilizado para identificar a la ciudad capital del reino.
[5] El segundo documento es un portulano cuya redacción se remonta a los años 1325-1330 a obra de Angelino Dulcert, en el que a Nápoles no se le otorga la insignia angevina, a diferencia de obras contemporáneas, sino una bandera bicolor, del color del pergamino al asta y roja al batiente.
Del concurso, ganado por la sociedad Vpoint (Luca Mosele art director), derivó el nuevo logotipo, con una ola de color cian y la inscripción "Comune di Napoli" por la cual se ha utilizado la letra tipográfica Frutiger, que está presente en todos los actos del Ayuntamiento desde el 1 de enero de 2007.