Entente de los Balcanes

Bulgaria, que había sido una de las naciones derrotadas en la contienda, había perdido importantes territorios para su tamaño, tanto en la guerra mundial como en la anterior segunda guerra balcánica, pertenecía al segundo grupo, al contrario que la mayoría de sus vecinos.

Temían además la posible creación de un gran Estado eslavo que controlase los Balcanes.

[2]​ En la práctica, añadía a Grecia y Turquía al bloque de la Pequeña Entente, formado para evitar el revisionismo húngaro y neutralizaba las posibles pretensiones búlgaras uniendo contra ellas a todos sus vecinos.

[7]​ Los soviéticos tampoco vieron con buenos ojos el intento rumano y trataron de aislar al Reino de Rumanía para poder recuperar la Besarabia en disputa[7]​ e intentaron lograr, sin éxito, la neutralidad turca ante un posible ataque búlgaro a Rumanía con la intención de recuperar Dobruya, por la que los dos países rivalizaban.

[9]​ El mismo mes el nuevo Gobierno búlgaro con Bogdan Filov a la cabeza, mucho más favorable al Eje, tomó posesión y declaró que cualquier posible acuerdo con la Entente pasaba por la cesión a Bulgaria de la Dobruya meridional, acabando así por su lado con cualquier posibilidad de consenso ante la negativa de los países de la Entente a ceder territorio a los búlgaros.

[6]​ El tratado fue la última alianza multinacional antirrevisionista del periodo de entreguerras y la más débil.

Los países que formaron la Entente de los Balcanes en 1934 y su principal adversario, Bulgaria.
Pérdidas territoriales búlgaras en los conflictos de comienzos del siglo XX .