Enfoque de Género en el Desarrollo

Enfoque de Género en el Desarrollo (GED) es una estrategia desarrollada a partir de los años 1980 que busca empoderar a las mujeres y conseguir la equidad entre los dos sexos humanos (considerándola como un derecho de dicha especie), en el contexto del desarrollo económico.

Se reconoce el triple rol del sexo femenino: productivo, reproductivo y comunitario.

Sin embargo en la práctica, el desarrollo de este objetivo se centró en educación, olvidando temas tan relevantes como la violencia contra las mujeres, los derechos sexuales y reproductivos o la feminización de la pobreza.

El Movimiento WID (Mujeres en el Desarrollo) enfrentó muchas críticas; este enfoque en algunos casos tuvo la consecuencia indeseada de representar a las mujeres como una unidad cuyos reclamos están condicionados a su valor productivo, asociando el aumento del estatus femenino con el valor del ingreso del efectivo en la vida de las mujeres.

[13]​ Por otra parte, la suposición subyacente dentro del llamado a la integración de las mujeres del Tercer Mundo con su economía nacional era que las mujeres no participaban en el desarrollo, por lo que minimizaban los roles de las mujeres en la producción doméstica y las actividades económicas y políticas informales.

La Unión Europea (UE) y las Naciones Unidas se han embarcado en una nueva iniciativa global orientada a eliminar todas las formas de violencia contra las mujeres y las niñas.

El nombre nos recuerda que, a menudo, la violencia tiene lugar en la oscuridad, se niega o se oculta y no puede sobrevivir a plena luz.

La Iniciativa Spotlight realizará inversiones específicas a gran escala en Asia, África, América Latina, el Pacífico y el Caribe con el fin de mejorar considerablemente las vidas de las mujeres y las niñas.

Actualmente, la violencia contra las mujeres y las niñas es una de las violaciones de los derechos humanos más extendidas, persistentes y devastadoras del mundo.

También se propone dirigir nuevos enfoques y nuevas alianzas de manera conjunta entre las Naciones Unidas y la UE para llevar a la práctica los ODS de manera integrada, con arreglo a sus respectivos mandatos.

En consonancia con la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible, la iniciativa incorporará plenamente el principio de «no dejar a nadie atrás».

Se propone que para lograr un desarrollo humano sostenible es necesario la eliminación de la brecha existente entre los avances y la realidad de las mujeres.

Se involucra a la ciudadanía e instituciones para garantizar la participación política , social y económica de la mujer que llevará al desarrollo sostenible de la sociedad.

Los ejes de políticas públicas que se implementaron y se pusieron en marcha en la XIII Conferencia Regional sobre la Mujer de América Latina y el Caribe constituyen: 1.