Energía del futuro

Se estima que el petróleo, el gas natural y el carbón no durarán mucho más.

[1]​ No obstante, existen diversas opciones de generación eléctrica ajenas a los combustibles fósiles que podrían mitigar la dependencia que la sociedad moderna tiene de estos recursos escasos y contaminantes.

Las zonas más favorables para la implantación de torres eólicas son las regiones costeras y las grandes estepas, donde vientos constantes soplan regularmente: es necesaria una velocidad media del viento superior a 30 km/h para que una turbina eólica funcione con eficiencia.

Además los aerogeneradores se pueden montar y desmontar sin apenas dejar huella en la naturaleza.

La energía eólica puede funcionar para generar electricidad y para bombear agua de pozos subterráneos.

Los colectores solares transfieren la energía proveniente de la radiación solar al agua y la calientan.

[5]​ La producción de células fotovoltaicas ha experimentado un crecimiento exponencial desde principios del siglo XXI, duplicándose aproximadamente cada dos años.

[8]​ Este tipo de energía funciona calentando agua por el calor producido por la radiación solar.

Este calentamiento puede producirse mediante concentración de radiación solar produciendo vapor de agua, y con una turbina energía eléctrica; O bien, puede emplearse sin concentración en calefacción o agua caliente sanitaria (ACS).

La energía por fermentación alcohólica que consiste en la fermentación de restos orgánicos tales como la caña de azúcar, la yuca y la madera, se cree que podría reemplazar a los combustibles fósiles.

El etanol (alcohol etílico) se está usando actualmente como añadido de la gasolina.

La energía anaeróbica que consiste en la producción de gas en cámaras cerradas; se denominan biodigestores.

Está energía la producen en conjunto el viento, el Sol y la Luna, que hacen: La energía de una central mareomotriz convencional se toma de las diferentes alturas que puede tener la marea en el día, reteniéndola y haciendo mover una turbina.

La energía mareomotérmica consiste en usar la diferencia de temperatura entre la superficie y las profundidades oceánicas.

Aunque no contaminen la atmósfera, estas pueden influir en la biodiversidad y en la salinidad del agua.

También sabemos que podemos usar la biomasa para obtener energía directamente de ella o producir un combustible llamado biofuel.

Dichos combustibles son capaces actualmente de sustituir a las gasolinas convencionales.

La energía geotérmica abunda en Islandia por la gran cantidad de volcanes y géiseres.

En el 2002 se encontró una alternativa que separa los átomos de hidrógeno mediante la electrólisis, implementando su potencial geotérmico.

Parque eólico.
Mediante los géiseres se produce el hidrógeno en Islandia.