[1] En 1933, a los 16 años, se integró al Sindicato del Comercio y era seguidor de las ideas trotskistas.
Posteriormente se integra a la Acción Revolucionaria Guiteras (ARG), fundada por Pedro Fajardo Boheras (alias Manzanillo) en 1939.
La nueva agrupación surge, según sus fundadores, debido a «(...) la actuación de personeros del régimen grausista y el camino tortuoso y aprovechado que tomaron ciertos elementos que viraron la espalda» [4] los propósitos revolucionarios.
Algunos autores incluso cuestionan que Castro haya pertenecido a la UIR, pero eso probablemente se debe a que el propio Castro trató de distanciarse de la organización cuando consideró que su relación con este grupo podría perjudicar su futuro político, especialmente cuando su vinculación con el mismo no era particularmente bien recibida en el Partido Ortodoxo de Eduardo Chibás.
[11][12] Este es el Emilio Tro que Fidel Castro conoce y admira en sus primeros años.
Hay que señalar, sin embargo, que Tro era violentamente anticomunista, no por convicción ideológica sino por las pugnas locales elaboradas al calor de la lucha contra el régimen de Batista.
[16] El descrédito más absoluto cae sobre los hasta ese momento considerados dirigentes revolucionarios.
[9] Los sucesos de Orfila, donde peridieron la vida Emilio Tro y otras cinco personas, estuvo precedida por varios atentados realizados entre su organización (UIR) y el grupo de Orlando León Lemus, alias "El Colorado".
El Colorado, José R. Fayat) que incluían al comandante Roberto Meoqui y Rogelio Hernández Vega (alias Cucú), que era segundo jefe de la Policía Secreta, rodearon el domicilio e hicieron fuego desde diversas posiciones, con armas de diverso calibre durante unas 3 horas.
Los simpatizantes de Tro que se acercaron al Palacio Presidencial para solicitar del presidente Ramón Grau San Martín que detuviera la refriega, no fueron recibidos porque este alegó estar enfermo, y lo estaba, según se supo después.
Después de 3 horas de pelea, los sitiados obtuvieron un alto al fuego para entregarse, coincidiendo con la llegada del Ejército con tanques y carros blindados al mando del general Gregorio Querejeta.
Cuando José Ramón Fayat (o Fallat), alias "El Turquito", vio salir de la casa a Emilio Tro, disparó y luego otros abrieron fuego.
La matanza fue recogida en film por Eduardo “Guayo” Hernández, pero su proyección fue prohibida por Alejo Cossío del Pino después de haber sido pasada una sola vez por la pantalla del cine Fausto [y en el cine Arenal, en Calzada de Columbia (Avenida 41) y la calle 30, en el reparto la Sierra, donde yo la vi.
Después que la batalla de Orfila hubo terminado, Fabio Ruiz se apareció allí amenazante blandiendo una pistola.
Salabarría fue detenido por el coronel Oscar Díaz, quien, al registrarlo, le encontró la suma de $13,548 escondidos en los zapatos, y que se negó a declarar su procedencia”.
[18] El comandante Salabarría había sido autorizado por el presidente Ramón Grau San Martín para arrestar a Emilio Tro, con una orden de arresto emitida por un juez por homicidio (muerte del capitán Ávila) contra Tro y Padierne, pero Salabarría se aprovechó de la situación para tomar venganza.
Mario Salabarría y otros policías implicados fueron juzgados por un Tribunal Superior de Guerra en 1948.
Roberto Meoqui regresó a La Habana en 1950, fue apresado, y murió de tuberculosis en el Sanatorio La Esperanza ese año.