[1] Navas fue la primera mujer en ocupar el máximo puesto del Ministerio Público de Costa Rica de forma propietaria[2] (Carmen Aguilar ya había ocupado el puesto de modo interino)[3] y ganó reconocimiento a nivel nacional tras asumir esa institución en medio del escándalo de corrupción y de credibilidad que afectó al Poder Judicial a raíz del escándalo nacional sobre el llamado cementazo.Tras asumir el puesto, primero como segunda al mando, luego como interina y posteriormente titular, ordenó la reapertura de causas judiciales sonadas en Costa Rica, como la seguida contra el expresidente de Perú, Alejandro Toledo por el caso Odebrecht, la seguida contra el dos veces Presidente y Premio Nobel de la Paz, Óscar Arias Sánchez por el caso de la mina Crucitas.También ordenó allanar las viviendas y oficinas del Congreso de los diputados Otto Guevara Guth (Movimiento Libertario) y Víctor Morales Zapata para obtener pruebas sobre el cementazo, así como la oficina del entonces viceministro de Hacienda, Fernando Rodríguez y la vivienda del exdiputado Víctor Hugo Víquez por ser actores de relevancia en el caso.El 13 de octubre fue nombrada por la Corte Plena como fiscal subrogante, cuya función es sustituir a la jefatura del Ministerio Público ante sus ausencias temporales o inhibitorias, durante un año, y como fiscal general interina por un período de tres meses.[8] Luego de que la Corte Plena acordara suspender del cargo al entonces fiscal general de la República, Jorge Chavarría Guzmán, Emilia Navas fue designada como fiscal general subrogante (segunda al mando) por un periodo de tres meses.