Por otro lado, la facción kirchnerista del justicialismo formó una alianza con la Unión Cívica Radical, el Frente de Unidad Provincial, que presentó al radical Mario Jorge Colazo, el cual había sido derrotado en segunda vuelta por Manfredotti en 1999, como candidato a gobernador, y al peronista Hugo Cóccaro como candidato a vicegobernador.
El resultado fue exactamente el contrario que en las anteriores elecciones, mientras que Manfredotti se impuso por escaso margen en primera vuelta, pasando a un balotaje contra Colazo,[1] el Frente de Unidad Provincial obtuvo la victoria en dicho desempate, con el 52.80% de los votos contra el 47.20% del justicialismo oficialista.
Esto se debía a que era la segunda elección provincial que debía enfrentar el gobierno ese año y la cercanía de Tierra del Fuego con la provincia de Santa Cruz, que Kirchner gobernaba antes de asumir y sobre la cual el gobierno santacruceño había tenido un relativo peso (Kirchner había dado un apoyo clave al gobierno incumbente en las anteriores elecciones).
Por otro lado, mientras que Gallo pertenecía al sector kirchnerista del peronismo, Manfredotti había llegado al poder apoyado en el menemismo, si bien había apoyado a Kirchner para la segunda vuelta cancelada contra Menem a principios del año.
En la anterior elección, que se definió en segunda vuelta, Manfredotti había vencido a Colazo por solo 801 votos.
[5] Finalmente, Ríos fue nominada como candidata a gobernadora por el ARI, con las encuestas posicionándola en tercer lugar, pero superando el 10% de los votos.
Otro candidato destacable sería Eduardo Rosboch, por el kirchnerista Partido de la Corriente (PdC), que decidió presentar su propia candidatura en disidencia con la idea de apoyar a Manfredotti (menemista) o a Colazo (radical).
Al cerrar la campaña del ARI, la diputada nacional Graciela Ocaña tranquilizó a la población y los invitó a votar masivamente, con la premisa de que "hacen falta más que presidentes de mesa para concretar un fraude".