La elección se llevó a cabo en el contexto de la legalización parcial del peronismo, al que se le permitió participar en los comicios provinciales y nacionales bajo diversos partidos considerados "neoperonistas", por parte del gobierno de Arturo Frondizi.
En último lugar quedó Emilio Olmos, del Partido Demócrata de Córdoba, con un 7.79%.
La intendencia de la Capital quedó en manos del peronismo, con Raúl Bercovich Rodríguez como candidato.
Hasta veintitrés departamentos, faltando escrutar solamente Totoral, Tulumba, y Unión, Berardo se alzaba con una diminuta ventaja sobre Illia.
Esto significó una reedición inversa del primer triunfo del justicialismo sobre el radicalismo cordobés en las elecciones de 1946, cuando hasta esos tres últimos departamentos el radical Antonio Medina Allende superaba al peronista Argentino Auchter, quien revirtió la tendencia y acabó venciendo por solo 183 votos.