La elección se realiza por sufragio universal directo entre los candidatos aprobados por el Consejo de Guardianes.
Este reglamento incluye la definición del concepto de «personalidad política y religiosa».
La competencia última de anunciar los resultados electorales, tras su aprobación y anuncio al ministerio del Interior por la Comisión Ejecutiva, recae tras la aprobación general del proceso electoral en el Consejo de Guardianes.
[29] La tensión entre el presidente saliente, Mahmud Ahmadineyad, y los sectores próximos al Líder Supremo Alí Jameneí, parecía incrementarse en los meses anteriores a la elección, hasta la incapacitación como candidato del aliado del presidente saliente, Esfandiar Rahim Mashaí.
Así, el día 2 de abril, el representante especial del líder ante la Guardia Revolucionaria, Mochtabá Zonnur[30] calificó a «Ahmadineyad y su gobierno» de autoritarismo y de insubordinación a la ley y a la autoridad del jefe del estado.
[32] El 5 de mayo, Ahmadineyad hizo declaraciones desafiantes en Urmía: «Algunos se han creído que tienen más derechos y se consideran propietarios y señores de la gente.
"Epopeya" quiere decir romper los ídolos y poner cada cosa en su sitio».
[35] En las semanas anteriores a la votación, las conjeturas sobre la candidatura que representaría a los sectores reformistas se centraron en el expresidente de la república y presidente del Consejo de Discernimiento Akbar Hashemí Rafsanyaní y el expresidente Seyyed Mohammad Jatamí.
[37][38] El día anterior, el anunciado candidato Hasán Rouhaní, cercano a Rafsanyaní, había afirmado «tajantemente» que éste no se presentaría a la elección[39] mientras Mohsén Mehralizadé declaraba que los reformistas aguardaban la decisión definitiva de Mohammad Jatamí para conformar un centro de coalición electoral.
[41] Al día siguiente, un grupo de diputados en la Asamblea Consultiva Islámica entre los que se encontraba Ahmad Tavakkolí protestaron por las acusaciones del ministro de Inteligencia contra Rafsanyaní, reclamando que se abstuviese de expresar opiniones «de carácter político»,[42] a la vez que el expresidente Jatamí se mostraba apesadumbrado porque «reina sobre el país un ambiente policial asfixiante» y se mostraba reticente a presentar su candidatura a la presidencia estando recluidos sin juicio los líderes de oposición Mir Hosein Musaví y Mehdí Karrubí.
[39] Al día siguiente, la web electoral entekhab.ir publicó que en los resultados una encuesta a escala nacional (no publicada), Mohammad Baqer Qalibaf se hallaba «a distancia notable» por delante de los otros dos candidatos fundamentalistas, Alí Akbar Velayatí y Gholamalí Haddad Adel.