El Barco de Ávila

En aquella época casi todas las casas de la calle Mayor contaban con ellos para poder abastecer en los asedios al recinto amurallado.

También fue notable la presencia judía en este pueblo, dedicándose a ejercer los más provechosos y artísticos oficios.

Fue miembro del Consejo Supremo de la Inquisición, enviado por la Corona a Perú para restablecer el orden después de la muerte del primer virrey, Blasco Núñez Vela.

Por otra parte Pedro Sánchez-Ocaña y Rodríguez, casado en 1554 con Ana González Burgalés era por aquellas fechas regidor del Barco de Ávila.

Sin embargo, sí que está bien probado documentalmente[3]​ que el grumete llamado Antón del Barco desempeñó tal puesto en una de las naves del segundo viaje, la Gutierra, devengando por su ocupación 666 maravedíes mensuales.

[4]​ Ya a finales del siglo XX, Agustín González González (Partido Popular) ostentaba ininterrumpidamente la alcaldía del municipio desde el año 1991,[5]​ hasta que el PSOE ganó las elecciones en 2015.

Asimismo, las calles que conforman la trama originaria, son también elementos básicos de su tejido urbano que adaptándose a las condiciones orográficas del terreno, va conectando los distintos hitos urbanos.

Aun así, el puente ha seguido cambiando desde entonces, pero todavía se puede reconocer en su forma la arquitectura romana, con sus ocho arcos desiguales y sus anchas pilas de sillares almohadillados.

Hasta el siglo XIX tuvo en su centro una torre defensiva, pero ésta fue destruida junto con toda la parte central en la Guerra de la Independencia por las tropas napoleónicas.

Al iniciarse la segunda mitad del siglo XIX quedó habilitado como cementerio municipal.

Por ello aumentó su deterioro al arrancar el pavimento y grandes oquedades en sus muros.

Tenía para su defensa varios cubos o torres avanzadas distribuidas a lo largo del trazado de la muralla.

Única puerta de la muralla que permanece en pie, posee un estilo románico, aunque fue reconstruida en el siglo XVI.

Templo construido en 1663 en el mismo lugar en que nació San Pedro del Barco en 1088.

En el libro Surco y Flor, escrito por el barcense Francisco Mateos, se narra toda la biografía de san Pedro del Barco, y editado en 1969, con prólogo del cardenal de Pamplona, Arturo Tabera, también barcense.

Actualmente está instalada la oficina de Turismo con antiguos sillones pertenecientes al Ayuntamiento.

En la planta superior, además de poder observar el mecanismo del reloj, se pueden contemplar distintas exposiciones.

Fue construida en la misma época que las naves de la iglesia, en un claro estilo románico.

Ya dentro de la iglesia podemos apreciar su planta basilical, con las tres naves rematadas hacia oriente por los ábsides poligonales, sustentados por los contrafuertes exteriores e iluminados por varios ventanales ojivales.

Actualmente, ya está restaurado, alberga la Biblioteca Municipal, el Aula Mentor, y tres amplias Salas de Exposiciones.

Se la llamó así por ser la primera casa del pueblo que poseía balcones.

Posee tres grandes ventanales, en lo que se llamó “Carnicería alta” y fue conocido como Fielato.

Esta fachada tuvo cadenas indicativas de que había sido visitada por los reyes.

Fue conocida también por "el Callejón de los Combates", donde dejaron la vida invasores franceses y combatientes españoles.

Según el escritor y viajero Camilo José Cela, a los barcenses se les conoce como los "portugueses".

Su fama de santo era tal cuando murió que El Barco, Piedrahíta y Ávila se disputaban sus restos; en medio de la disputa habló un niño de pecho y dijo que colocaran los restos del difunto sobre una mula, y donde la mula parase debería ser enterrado.

La mula echó a andar con el santo sobre sus lomos; hizo su primera parada para beber agua en la ribera del Tormes, donde ahora se encuentra la fuente denominada de San Pedro de El Barco; finalmente fue a parar en San Vicente, en Ávila, donde cayó muerta.

La canción “Serrana mía” puede considerarse como el principal exponente del folclore barcense.

Con el paso del tiempo, esta canción parece que hubiera nacido en Salamanca.

El rey Alfonso VIII de Castilla autorizó en el Fuero concedido a esta Villa la celebración de dos ferias anuales a celebrarse en marzo y octubre.

Vista de la localidad con el Tormes en primer plano y Gredos al fondo.
Castillo de Valdecorneja , construido originariamente en el siglo XII .
Mapa de la localidad de Francisco Coello (1822-1898) publicado en 1864.
Iglesia de Nuestra Señora de la Asunción, del siglo XIV .
Vista del Tormes a su paso por la localidad en 1976
Escudo de El Barco de Ávila
Escudo de El Barco de Ávila
Vista de la localidad y el Tormes a finales de la década de 1980
El Puente Viejo.
Puerta del Ahorcado.
Fachada de la ermita del Santísimo Cristo del Caño.
La plaza Mayor y la Casa del Reloj
Pedro de la Gasca, Pacificador del Perú