Luego la acción se traslada al cuartel de invierno de la Legio II Augusta a la orilla del Rin, en el año 43 d. C., al que llega una nueva tanda de reclutas en la que se encuentra el liberto Quinto Licino Cato con una carta del emperador Claudio para el legado de la legión, Vespasiano, en el que insta a ascender a optio al recluta Cato, lo que produce un rechazo inmediato hacia él por parte de sus compañeros, incluido su centurión Lucio Cornelio Macro, aunque luego Cato demuestra valor y coraje al salvar al centurión Macro de un grupo de germanos, durante una emboscada que sufre una cohorte mandada por el tribuno superior Aulo Vitelio en un pueblo a la otra orilla del Rin, en la que finalmente vencen gracias a la intervención del resto de la legión.
Narciso consigue matar a los líderes de la revuelta y logra que las tropas embarquen.
Al llegar a Britania, la II Legión debe avanzar tras las otras legiones que ya se han adentrado en territorio britano, pero el legado Vespasiano encarga al centurión Macro la misión secreta de localizar el arcón que un siglo atrás quedó enterrado en unas marismas cercanas.
Los hombres de Macro consiguen repeler el ataque y Vitelio huye, pero en su huida localiza un ejército britano que avanza para atacar a la II Legión por sorpresa por lo que intentará avisar a sus compañeros.
Macro, Cato y los legionarios supervivientes son también testigos del ejército que avanza hacia la II por lo que Cato toma un caballo e intenta avisar al legado Vespasiano de la emboscada.